
Amazona Collection
“Hay un poder elemental que atraviesa a la humanidad desde nuestros inicios, un poder que no entiende de sexos ni de construcciones sociales, una fuerza básica y eléctrica que emana de la Tierra. Hace siglos que las Amazonas aprendieron a canalizar ese potencial para trabajar y transformar sus cuerpos en instrumentos de protección, de cuidados, de creación y de belleza. Eran personas que trascendían el ciclo de lo masculino y lo femenino, velaban por la originalidad de lo que significa ser humana, por la comunidad, por el elemento ‹tradición› que nos une desde que vimos la luz por primera vez. Amazonas, libres pensadoras con habilidades para seguir el ritmo natural que marca la naturaleza cuando nos dice que está viva: cuando suena en las copas de los árboles al viento salvaje, en el interior de las grutas cuando las simas se abren, en el zumbido de la brisa a través de las olas que se erizan y en el sabor a madre de la fruta que se ofrece viva y madura y sana.
La historia ha reducido la identidad de todo un pueblo a la guerra, a su sexo o a su apariencia, pero nadie es solo guerra, sexo y apariencia. Las amazonas eran mucho más humanas que cualquiera que decidiese contar su vida como si fueran asesinas. Eran artesanas, pescadoras, músicas, agricultoras, artistas, maestras, atletas, protectoras de la vida, siempre hijas, pero no siempre madres, porque se otorgaban la libertad de elegir en comunidad. Eran expertas en el dominio de la vida, mucho más allá de la supervivencia, tenían conciencia de hogar y de familia. La falsa máscara de la violencia cubre muchas veces el rostro de aquella personas que solo buscaban la paz… en un mundo de hombres. Detrás de esas máscaras pretenciosas se ocultan historias que nos pueden nutrir de sabiduría ancestral, de paz, de identidades disidentes en tiempos pasados que nos sirven para darnos cuenta de que aún nos queda mucho por conseguir.”
Foto: Marcos Canosa
Modelo y MUAH: Petra Porter
Foto producto: Antonio Bai
Gracias, primero a Ana Momes y Veto por ser, estar y crear este equipazo, "el equipo total". A Marcos Canosa por compartir su saber hacer y por sus disparos certeros, a Petra por ser como es, con ese je ne se qua que nos atrapa y ese texto maravilloso. A Marya por ser la mejor anfitriona y dejarnos su casa con vistas y montacargas, a Sofi y Juli, los mejores auxiliares y que tuvieron a bien descubrirnos el mejor sándwich de pastrami de Vigo. Gracias a Antonio por la fotografía de producto hecha con tanto cariño siempre.
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